
De la historia hay que aprender, esa frase tan vieja como sabia, se suele utilizar en muchos estamentos de nuestra argentina. Ahora bien, a la hora de hablar de fútbol y precisamente de estadísticas en este deporte, más bien brilla por su ausencia.
¿Por qué separamos los títulos del profesionalismo con los del amateurismo? ¿Acaso no tienen valor?, ¿no era fútbol el deporte que se practicaba?
Como dejar de lado nuestras raíces, por ejemplo, a la hora de poner en vidriera los títulos obtenidos por cada equipo, como explicar a los hinchas de Racing Club de Avellaneda su mote de “Academia”, si no hacemos lugar en la vitrina para sus siete títulos de forma consecutiva entre 1913 y 1919, período más extenso aún que la mismísima segunda guerra mundial, este acontecimiento si lo tenemos presente ¿verdad?
El profesionalismo llegó en 1931, de allí hasta la fecha, River Plate obtuvo 33 campeonatos nacionales, pues en las banderas que flamean con orgullo sus hinchas, deberían llevar estampado el numero 34, ya que en 1920 logró su primer título del fútbol argentino.
Vamos mas allá, un año antes de que llegue el profesionalismo a nuestro pueblo, se realizó el primer Mundial de Fútbol, aquella copa que levantó Uruguay en su casa y cuál obtuvo ganándole, ¡si claro!, a la Argentina. Al día de hoy las estadísticas de la selección muestran; dos títulos mundiales (1978 y 1986) y dos subcampeonatos (1930 y 1990).
Para hablar de selección ¿si le damos importancia? Pero si todavía éramos amateur, ¿no es que eso lo dejamos de lado?...
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